Dr. Hugo Landa Oviedo
Especialista en Cirugía Torácica
Clínica Sagrada Familia, Barcelona

En oncología torácica, el carcinoma pulmonar constituye una de las patologías con mayor incidencia. En muchos casos, si es diagnosticado en estadios iniciales, se puede recurrir a un tratamiento quirúrgico.

Esta vía terapéutica en cirugía torácica ha evolucionado significativamente en los últimos años, sobre todo en relación con los abordajes quirúrgicos, avanzando de técnicas abiertas tradicionales a abordajes mínimamente invasivos, con los que también es factible realizar procedimientos de alta complejidad.

Estas técnicas más precisas y menos agresivas se traducen en menos pérdidas sanguíneas durante la cirugía, menor estancia hospitalaria y una recuperación con mayor celeridad.

Concomitantemente a los principios mínimamente invasivos, ha evolucionado también la racionalización del uso de hemoderivados, los sistemas de recuperación de sangre en circuito cerrado intraoperatorio y con ello se ha hecho factible la creación de las unidades de cirugía sin sangre.

El éxito de una unidad de cirugía sin sangre depende de la coordinación de un equipo multidisciplinar que abrace estos principios, el conocimiento técnico y la experiencia acumulada.

En mi caso particular como cirujano torácico, he tenido la oportunidad de colaborar con estos equipos multidisciplinares de cirugía sin sangre en Barcelona durante los últimos 7 años y especialmente mi reciente incorporación en la Unidad de Cirugía sin Cangre de Clínica Sagrada Familia, me ha permitido evolucionar profesionalmente, adquirir mayor experiencia en este campo y atender a pacientes procedentes de muchos sitios de España que cada vez demandan este servicio y que en muchas ocasiones no disponen de alternativas para recibir este tipo de tratamiento.

La Unidad de Cirugía sin Sangre de Clínica Sagrada Familia cuenta con la infraestructura adecuada, el recurso humano y la tecnología necesaria para la realización del tratamiento del carcinoma pulmonar mediante técnicas mínimamente invasivas, siendo un plus añadido para facilitar la recuperación postoperatoria de nuestros pacientes.

Como conclusión, he podido observar todos los beneficios de un postoperatorio de una cirugía sin sangre y con técnicas videotoracoscópicas en el tratamiento del carcinoma pulmonar. Objetivándose una menor incidencia de infecciones, menor estancia hospitalaria y una mejor recuperación en los pacientes que hemos tratado a través de este programa.

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